[1] Reproducción de Revista del Sur, 2022.
Introducción
Los campesinos y las personas viviendo en áreas rurales, como los pescadores a pequeña escala, pastores y trabajadores rurales, todavía representan casi la mitad de la población mundial. La gran mayoría de ellos tiene que hacer frente a violaciones masivas y sistemáticas de sus derechos: sufren desproporcionadamente hambre y malnutrición, cada vez se les desposee más de sus tierras, de las extensiones de agua, de las actividades pesqueras, de los bosques, de las semillas, y se les aliena de sus recursos de supervivencia. No pueden mantener y desarrollar sus economías locales y ganar un sueldo que les permita vivir con dignidad.
A menudo se les detiene, acosa y criminaliza arbitrariamente, e incluso se les mata por defender sus derechos. Además, las mujeres rurales, que llevan a cabo una cantidad desproporcionada de trabajo no retribuido, a menudo se ven discriminadas a la hora de acceder a los recursos naturales y productivos, a los servicios financieros, a la información, al empleo y a la protección social, y todavía se enfrentan a la violencia que se encarna de numerosas maneras.
El movimiento campesino internacional
La Vía Campesina (LVC) aboga por el reconocimiento de los derechos de los campesinos dentro del sistema internacional de derechos humanos desde 2001. Tras ocho años de debate interno, LVC presentó en 2009 su propia declaración sobre los derechos de los campesinos – mujeres y hombres– en la que expresaba sucintamente sus aspiraciones y reivindicaciones[2] .
Poco después, en 2010, el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas pidió a su Comité Asesor que elaborase un estudio sobre las maneras y medios para promover los derechos de los campesinos y otras personas trabajando en zonas rurales[3] . El estudio recomienda:
“(a) implementar mejor las normas internacionales existentes, (b) abordar los vacíos en la normativa en derecho internacional humanitario, y (c) elaborar un instrumento legal sobre los derechos de las personas que trabajan en zonas rurales” (Párrafo 63).
En septiembre de 2012, el Consejo de Derechos Humanos aprobó una resolución que establecía un grupo de trabajo intergubernamental con el mandato de elaborar el borrador de una Declaración de Naciones Unidas sobre los derechos de los campesinos y de otras personas trabajando en zonas rurales.
La importancia de la declaración
El anterior Relator Especial de las Naciones Unidas sobre el Derecho a la Alimentación, Olivier de Schutter, declaró que hay “cuatro razones principales para adoptar un nuevo instrumento internacional para los derechos de los campesinos y otras personas que trabajan en áreas rurales: se necesita en derecho internacional; mejorará la lucha contra el hambre; es una manera de proteger las explotaciones agrícolas familiares de pequeña escala frente a las grandes explotaciones agro-industriales; y aumentará el acceso a los medios de producción en zonas rurales”. También subrayó que “la adopción de una declaración sobre los derechos de los campesinos y otras personas trabajando en zonas rurales aumentará la visibilidad de los derechos que ya reconoce actualmente el derecho internacional, y ayudará a reconocer nuevos derechos, como los derechos a la tierra, a las semillas y a la compensación por las pérdidas debidas a los subsidios alimentarios que se da a los agricultores en otros países”.
El camino a seguir
El grupo de trabajo intergubernamental que está elaborando el proyecto de declaración mantuvo su cuarta Sesión en mayo de 2017[4] . Aparte de la importancia de contar con una declaración de Naciones Unidas que afirma los derechos de los campesinos y otros habitantes rurales, el proceso de redacción posee el potencial intrínseco de convertirse en un vehículo para:
- Profundizar el diálogo y la alianza entre distintos sectores y grupos de personas rurales; y
- Sensibilizar y contribuir a capacitar y a generar movimiento.
El reconocimiento de los derechos de la población rural va más allá del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas. Puede demandarse a otros organismos de Naciones Unidas y de modo más importante a las autoridades locales, nacionales y regionales. Es tarea de todos los individuos, grupos y organizaciones unirse a esta lucha a sus propias creativas maneras.
UN POEMA SOBRE LA ESPERANZA
por Wendell Berry
Es difícil tener esperanza. Es más difícil al envejecer,
pues la esperanza no debe depender de sentirse bien
y está el sueño de la soledad en la medianoche absoluta.
También has quitado la creencia en la realidad presente del futuro,
que seguramente nos sorprenderá,
y la esperanza es más difícil cuando no puede llegar por predicción, ni ya más por desearla.
Pero deja de vacilar. Los jóvenes piden a los viejos tener esperanza.
¿Qué les diréis? Diles por lo menos lo que te dices a ti mismo.
Porque no hemos hecho nuestras vidas para acomodarse a nuestros lugares, los bosques están arruinados, [los campos erosionados, los ríos contaminados, las montañas derribadas.
Espera entonces de pertenecer a tu lugar por tu conocimiento de lo que es,
que ningún otro lugar es, y porque te importa, como ningún otro lugar te importa.
Este conocimiento no te lo pueden quitar, ni por el poder, ni por riqueza.
Tapará tus oídos a los poderosos cuando te pidan tu confianza
y a los ricos cuando te pidan tu tierra y tu trabajo.
Quédate callado y escucha las voces de la ribera y los árboles y los campos abiertos.
Encuentra tu esperanza, entonces, en la tierra bajo tus pies.
Tu esperanza del Cielo, déjala descansar sobre la tierra bajo tus pies.
El mundo no es mejor que sus lugares.
Sus lugares al final no son mejores que sus gentes mientras que sus gentes continúen en ellos.
Cuando la gente oscurece su luz interior, el mundo oscurece.
Wendell Berry (Traducción no oficial del inglés)
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[1]Reproducción de Revista del Sur, 2022.
[2] http://viacampesina.net/downloads/PDF/EN-3.pdf Ver la declaración conjunta de la vía Campesina con el World Forum of Fisher People, el Internacional Indian Treaty Council, la Internacional Union of Food Workers y otras organizaciones de la sociedad civil sobre los resultados de la sesión en http://www. eurovia.org/the-time-is-ripe.for-the-recognition-and-protection-ofpeasants-rights/
[3]Informe definitivo de lComité Asesor del Consejo de Derechos Humanos (sobre la promoción de los derechos de los campesinos y de otras personas que trabajan en las zonas rurales), UN doc. A/ HRC/19/75, 24 de febrero de 2012
[4] Ibid. §70